zgz rebelde

zaragoza rebelde – 1975, 2000 – movimientos sociales y antagonismos

SOLIDARIDAD VECINAL CON LA HUELGA DE AUTOBUSES

Los trabajadores de TUZSA comienzan una huelga por una serie de reivindicaciones, no sólo económicas, lo cual supuso que desde diferentes ámbitos decidiéramos apoyarla. En aquellos momentos yo era miembro de la Junta de la Asociación de Vecinos (AVV) de la Almozara en la que se planteó dar apoyo a esta huelga. Un grupo de personas comprometidas en diferentes movimientos sociales de la ciudad nos pusimos desde el primer momento en contacto con el Comité de Huelga  y empezamos a participar de una manera activa en las asambleas y en todas las propuestas que salían de la propia asamblea. Existían diferentes comisiones, piquetes de extensión e información. Se dio un claro apoyo, por lo menos de una parte del movimiento ciudadano, a esta huelga.
La organización fue absolutamente asamblearia y el movimiento de mujeres tuvo una gran importancia. Me organicé junto a numerosas compañeras, mujeres, novias de los trabajadores, pasando todas a ser una parte importante en el desarrollo de la huelga. Se trataba de que las mujeres apoyasen la huelga, cuestión  muy decisiva para poder resistir. Fuimos una parte activa, formamos parte de piquetes, de comisiones encargadas de difundir e informar de los objetivos de la huelga a través de los medios de comunicación. Estuvimos encerradas con los compañeros y participamos en las asambleas. Como miembro de una AVV la experiencia fue tremendamente enriquecedora. Fueron dos meses muy duros, viví totalmente inmersa en la huelga.  Las muestras de solidaridad entre  los huelguistas por una parte y las que llegaban desde fuera (también económicas) hicieron posible el poder resistir.
En mi barrio nos planteamos una forma  práctica de apoyar que consistía en pasar por las paradas de autobuses, y a las  personas que estaban en ellas les explicábamos lo que estaba ocurriendo, informándoles del desarrollo de la huelga. Además íbamos con coches particulares y les invitábamos a subir para llevarlos a diferentes puntos de la ciudad  y así contrarrestar la falta de autobuses. Durante unos días hicimos esto,  además proponíamos a los ciudadanos que compartieran coches. Por supuesto pegábamos carteles de apoyo, pidiendo la solidaridad de los vecinos y vecinas.
Creo que fue un claro ejemplo de solidaridad  del movimiento ciudadano con una huelga obrera.

Asun Gulina